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12/3/09

Protocolo Presidencial I

¿Se dice "la Presidenta" o "la Presidente"?

La Presidente Cristina Fernández dispuso (por uso) el tratamiento de Presidenta o La Presidenta. El debate que genera esta situación es meramente idiomática.

Muchos entienden (mal !) que es una oportuna reivindicación del rol de la mujer en la sociedad, No es así. Se puede contemplar perfectamemente en el caso de ministros o directores pero no en el de la Presidente.

Si fuera correcto decir "Presidenta", debería decirse de un hombre "Presidento". Presidente es un sustantivo genérico (no hace distinción de sexos) en nuestro rico lenguaje español. Una situación similar se da con la palabra "jefe", otra palabra "asexuada": es muy común escuchar, cuando se trata de una mujer, "jefa"; de ser correcto, entonces, un hombre debería ser llamado "jefo". Con los sustantivos genéricos, el sexo de la persona queda reafirmado con el artículo que precede la palabra: "el" jefe, "la" jefe", "el" presidente", "la" presidente, "el" intendente, "la" intendente.

Tomemos como ejemplo las palabras:

"dibujante": cuando se trata de una mujer, ¿alguien dice "dibujanta"?

"dirigente": cuando se trata de una mujer, ¿alguien dice "dirigenta"?

En la página web de la Real Academia Española, encontramos:

Presidente: ‘Persona que preside algo’ y, en una república, ‘jefe del Estado’. Por su terminación, puede funcionar como común en cuanto al sexo (el/la presidente).


Por último,
la Constitución Nacional de nuestro país dice al respecto en su Art. 87: "El Poder Ejecutivo de la Nación será desempeñado por un ciudadano con el título de "Presidente de la Nación Argentina".

La única modificación que habría que hacer al respecto es "...desempeñado por un/a ciudadano/a con..." Nuestra carta magna habla de Presidente, no existe la figura de Presidenta.

Ceremonial de las copas

Una copa para cada bebida

El nacimiento de las copas de distintas formas y tamaños para albergar los distintos tipos de bebidas que se toman a lo largo de una comida, son de una relativa reciente creación. Vinieron de la mano del conocido fabricante de cristal Claus Josef Riedel. La familia Riedel ha sido una saga de prestigiosos cristaleros que durante más de diez generaciones han logrado dar nuevas formas y una amplia creatividad al vidrio.

Claus Josef Riedel fue el primer diseñador en reconocer que el aroma, sabor y equilibrio de los vinos estaban afectados por la forma del recipiente en el que eran bebidos. Basándose en el lema de la Bauhaus austríaca “la forma es consecuencia de la función” creó las bases para que una cristalería fuese tanto funcional como hermosa. Las distintas formas de las copas podían potenciar las cualidades de cada vino.

En 1961 se presentó un concepto revolucionario cuando, el catálogo de Riedel, mostró por primera vez un juego de copas para vino con tamaños y formas diferentes, sopladas con cristal del mínimo espesor posible, sin adornos y reduciendo su diseño a lo esencial. A partir de 1973 se inicia la gama de cristalería denominada Sommeliers que, desde entonces, además de cosechar numerosos premios y estar en las colecciones de museos de todo el mundo, se ha convertido en el patrón de calidad que, las copas para degustar vino, deben alcanzar.

A partir de este momento se inicia una carrera imparable, que llega hasta nuestros días, por mejorar los aspectos más diversos de las cristalerías cuya finalidad es dar mayor realce al disfrute de los vinos.


Las bebidas se sirven por el lado derecho del comensal. En casa de amigos o familiares se aguardará a que el anfitrión nos sirva. . Si hay servicio este será el encargado de servir las bebidas, como dijimos, por el lado derecho del comensal. Se sirve primero a las señoras y luego a los caballeros; aunque está bien visto, empezar por la derecha del anfitrión y servir en orden secuencial a todos los comensales. La botella nunca se apoya en la copa para servir, sino que se debe mantener a unos dos centímetros de ella.

Si el anfitrión abre la botella de vino, servirá a una persona de confianza la prueba del mismo, y éste asentirá, o no, sobre la calidad del vino. En caso no haber una persona de confianza o experta en vino, será el propio anfitrión el que haga de “catador” del mismo para comprobar que se encuentra en óptimas condiciones de sabor, temperatura, etc. Se puede tener una copa auxiliar para verter un poquito de vino sobre ella, para eliminar posibles resto de corcho y otros restos del cuello de la botella.

En el caso de los vinos tintos, para evitar su calentamiento con la mano, se puede utilizar una canasta o apya botellas para colocar la botella y servirlo.

1. Copa de agua.
De gran tamaño, ligeramente abombada. Utilizada para agua y jugos. Sólo se sirve, como máximo, hasta 4/5 de su capacidad.

2. Copa de vino.
Copa ancha, de gran cavidad abombada. Antes eran algo más pequeñas que las de agua, aunque ahora se empieza a imponer una gran copa. Sólo se llena hasta 3/4 de su capacidad.

3. Copa de vino blanco.
Algo más pequeña y estrecha que la de vino tinto (por su necesidad de mantenerse frío). Al igual que el vino tinto, sólo debe llenarse como mucho al 3/4 de su capacidad.

4. Copa de Jerez.
Ligeramente aflautada, tamaño medio y de pie corto. Utilizada para tomar los vinos dulces y de Jerez. No debe llenarse mas de 2/3 de la misma.

5. Copa de champán.
Alta, de cuerpo largo y aflautado, y corta de pie. La finalidad es retener las burbujas. No se deben utilizar las conocidas copas planas de champán Se pueden llenar hasta 4/5 de su capacidad.

6. Copa de vermouth.
Copa corta y ancha en su boca, estrechándose a medida que se acerca al pie. Es indicada para determinados cócteles y para el vermouth.

7. Copa de coñac.
Gran copa, de amplia cavidad abombada y pie muy corto. Pensada para "abrazarla" con la mano y mantener templado su contenido. Utilizada para coñac y brandy. No se debe llenar más de 1/3 de su capacidad.

8. Copa de licor.
Pequeña, de pie muy corto y escasa capacidad. Utilizada para todo tipo de licores, y una de la copas con más variantes en diseños y medidas. Se puede llenar hasta 4/5 de su capacidad.

9. Vaso de tubo.
Vaso alto (de unos 17-18 cms.), sin pie. Utilizado principalmente para servir tragos largos. Se puede llenar hasta 5/6 de su capacidad.

10. Jarra de cerveza.
Jarra de diverso tamaño, de cristal grueso, utilizada para tomar cerveza. La más habitual es de1/4 litro. Se llena hasta que la espuma alcanza el borde. Se ha tomado la costumbre de mantener las jarras heladas en el congelador.

Los diseños aquí expuestos sólo son una representación de las piezas más corrientes y diarias de una cristalería.

No obstante, se pueden encontrar multitud de formas, diseños, tamaños y colores diferentes. Tenga en cuenta que las copas lisas y de cristal transparente son más "clásicas", y se pasan menos de moda, combinando con la mayoría de los tipos de mesa que pueda haber. Recuerde que la cristalería independientemente de otros factores (tamaño, color, forma, etc). debe ser de cristal fino. Nunca se deben poner copas cachadas o con algún otro desperfecto.

Antes de beber, debemos limpiarnos los labios con la servilleta, para evitar dejarlos marcados en nuestra copa. También, habrá que repetir esta operación al terminar de beber, presionando ligeramente las servilleta sobre nuestros labios. No hace falta restregarse la servilleta por los labios.

  • La bebida, se toma, no se sorbe.
  • Procure evitar cualquier tipo de ruido cuando bebe.
  • Tampoco se toman tragos muy largos o prolongados.
  • Nunca se debe tomar lo que sirvieron en su copa de una sola vez.

La mayor parte de las copas no deben llenarse hasta los bordes. En la mayor parte de los casos se debe dejar al menos 1/3 libre de la misma. Si tiene señoras a su lado, debe preocuparse por mantener su copa siempre llena. Determinadas copas se deben asir por la base y otras por el cuerpo, en función de la temperatura a la que se deba tomar su contenido. Por ejemplo el vino blanco, como se debe tomar frío, hay que evitar coger la copa por su cuerpo y mantenerla mucho tiempo en la mano. En cambio el coñac se deja "abrazar" y mantener en la mano.